En la terraza se escucha el desorden,
los cimientos que contienen la estructura comienzan a caerse.
Risas incontenibles e incomprensibles.
Llantos amargos surgidos del más profundo dolor.
Funerales y Fiestas.
Se advierte un cierto
número de personas, pero realmente,
no hay nadie.
Tan solo una mirada perdida, que aún
no encuentra respuestas.
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