Corro.
A dónde?
No lo sé.
En dónde?
No estoy seguro.
Estoy a la deriva.
Corro sin parar y sin cansarme.
Corro sin barreras, sin frenos, sin puertos ni peajes.
Estoy como un avión sin escalas.
Soy un proyectil disparado hacia la nada.
Soy un hombre sin nombre en una ruta delirante.
Vacía ante mis ojos.
La verdad al fin de los días se descubre.
La mentira nos abre las puertas a un paraíso con demonios.
Ya estoy perdido y sin retorno.
Lo único que me queda hacer es correr hasta el fin de los
días.
Encontrar la verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Comenta!